________________________Eso que siempre quise decirle

De: Priss

CAP XIV: "La última palabra”.
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¿Por qué nadie le había dicho que la vida de adulto es trabajo, trabajo, trabajo y después de todo eso. . . más trabajo?.
Y si descansaba los domingos, era solo porque la programación era música continua.


~ Locutora, ¿quién lo hubiera dicho?.

Susurraba la joven mujer, quien revolvía el interior de su bolso, exasperándose al no encontrar las llaves. Genial, esto era lo que menos necesitaba después de una larga noche de trabajo.


~ Tengo la sensación de que mis compañeros se están aprovechando de mi.

Volvió a susurrar para si misma, recordando que hoy tendría el turno de la tarde y, luego, nuevamente el de la noche.
Cansada, con la pereza a todo lo que daba, escuchó al teléfono sonar insistente, y ella todavía sin encontrar las venditas llaves. Estaba segura de que colgarían antes de que ella abriera y pudiese contestar, pero no fue así. Seguramente preferiría no haber contestado. . .

Al alzar la bocina, se puso pálida y abrió bien los ojos; el sueño se había ido.


~S-si, lo conozco.

El corazón de Koani había estado latiendo rápidamente, más este se detuvo por un segundo cuando escuchó algo del otro lado.


~ Voy para allá.

Y así como así, volvió a tomar su bolso, saliendo casi desesperada; en su rostro la preocupación.
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El hospital. . .
Bonito lugar para verse después de diez años, ¿verdad?.

Creía haberlo olvidado; si no fuera por aquella llamada que la había traído hasta aquí. . . y sin embargo, llegó lo más rápido que pudo, nada, ni nadie le habría impedido venir.
Más sus pasos se volvieron lentos conforme se acercaba a la habitación que él ocupaba. De pie frente a la puerta, se preguntaba si realmente quería, si quería hacer esto.
Su vida era tranquila, no era perfecta, pero era suya. Verlo de nuevo sería volver atrás. Nadie volvió a lastimarla como él lo hizo, porque no lo permitió.


“No hubo nadie más”.

Pensó con amargura.
Suspiró resignada, poco antes de girar la perilla.

Algo en su pecho comenzó a dolerle al verlo así: dormido, con quien sabe cuantas vendas, teñidas de rojo, rodeándole la cabeza, el brazo izquierdo y su pecho.
Koani se acercó y pudo notar un par de heridas más.


~ Ay, Ryu !!.

Diez años y no esperaba verlo otra vez, mucho menos en ese estado.
La chica no podía ocultar la preocupación que la invadía.


“Así que después de tanto tiempo. . . aun lo quiero”.

Pensaba la joven, mientras sostenía la mano izquierda del muchacho entre las suyas.
¿Por qué había venido?, ¿por qué la llamaron a ella y no a otra persona?; su novia en turno, su esposa, algún familiar o amigo, alguien más. . . pero no a ella. Y sin embargo, así fue, y Koani simplemente corrió a su lado.

Se sorprendió al saber que Ryu guardaba una fotografía suya en su cartera, además de su teléfono y dirección en un viejo papel.


~ Debí haber cambiado el maldito número.

Susurró, sin saber si aquello le causaba alegría, nostalgia o dolor.
Más poco tiempo tuvo para divagar en sus recuerdos y sentimientos, pues, con dificultad, Sasaki comenzaba a abrir los ojos, siendo ella lo primero que viese después del accidente.
Un amplia sonrisa cruzaba el rostro del muchacho.


~ Mi ángel, otra vez. =Le dijo entre jadeos.= ~ Aunque eres muy cruel para serlo.

Motto no entendió las palabras del hombre a su lado. ¿Cómo iba ella a saber que él aun no la olvidaba, que aun la quería, y que después de tantos años, aun seguía reprochándose el haber sido tan estúpido como para perderla de esa manera.


~ Siempre que sueño contigo, te creo y te siento tan real. . . ha-hasta que despierto y veo, una vez más, que no estas ahí.

Ryu estaba delirando, sin darse cuenta aun de que esta vez era distinto, esta vez era muy real, esta vez. . . Koani estaba con él y no se iba a ir. . . al menos no durante los próximos cinco minutos.


~ Lo siento... =Lo escuchó decir.= ~ Siento haberte lastimado, el haber arruinado lo nuestro. Nu-nunca te lo dije y aunque quise hacerlo cada vez que te soñaba, simplemente no pude. Pero no esta vez... Koani... te amo, te ame entonces y te amo ahora. No importa con quien estés o que me hayas olvidado... te amaré toda la vida.


La sonrisa en el rostro de Sasaki, se volvió triste.
Pobre tonto, si hubiese dicho aquellas palabras hace tanto tiempo, si hubiese sido sincero y humilde, quizá, tal vez. . .


~ Ryu.

Pero escuchó su voz.
Entonces, el muchacho abrió los ojos cuanto pudo, estaba sorprendido.


~ Es la primera vez que me hablas en mis sueños, nunca respondes, solo estas ahí, mirándome con desdén. . . creo que ahora si me volví loco.

La chica acercó su mano al rostro de su ex-novio, acariciándole la mejilla izquierda.
Sus ojos miel se clavaron en él con tristeza.


~ Tonto, ¿no te das cuenta que soy real?.

Ryu pareció despertar por completo al escucharla.
Con un movimiento brusco, trató de erguirse, pero el dolor de sus heridas simplemente no lo dejó.


~ Ko, Ko-Koani, tu?. . . ¿cómo es qué?. . . ¿qué haces aquí?. . .

Ella solo sonrió; en verdad lo había extrañado.
Creía haberlo olvidado, bueno. . . no del todo. Al principio no había día, minuto siquiera, en que no pensara en él y en lo que le hizo, más con el tiempo pareció asimilarlo, acostumbrarse.
Para cuando se dio cuenta, rara era la vez que pensaba en él. De igual forma, no era común que se preguntase qué había sido de él, aunque de vez en cuando se sorprendía a si misma al cuestionarse acerca de ello.


~ Yo también te he extrañado.

Y después de tantos años, eso fue lo único que Motto pudo decirle.
En cambio él. . . aahhh. Nunca pudo sacar a esa mujer de su cabeza, mucho menos de su necio corazón. Imaginaba que al salir a la calle, la encontraría, hablaría con ella o quizás la ignoraría. Tal vez tomarían un café y hablarían sobre el pasado, sobre ellos. Koani intentaría alejarse, pero Ryu no la dejaría, no esta vez; la besaría y ella simplemente le correspondería.
Pero ese loco sueño nunca se hizo realidad. De las mujeres que tuvo, ninguna pudo llenar el vacío que Koani dejase en él, ninguna pudo reemplazarla.

La extrañaba y de que manera; echaba de menos sus pequeñas peleas, sus caprichos, lo distinta que era de todas las demás, su sarcasmo, el mal humor que siempre tenía. . . todo.
Muchas veces se preguntó: ¿qué habría sido de ella?, ¿se habría casado ya?, ¿qué tanto habría cambiado en esos años?. . . ¿qué pasaría con el gato?. Y ahora estaba hi. . . junto a él.

La veía más hermosa; de la niña solo le quedaba el recuerdo.


~ Koani Motto. . . aun te amo.

A diferencia de la chica, Ryu si dijo lo que sentía, todo lo que tenía que decir, lo único.
Pero la chica giró el rostro, tratando de ocultar sus mejillas sonrojadas, bajo la sombra de los cabellos que caían delicadamente sobre su rostro.
Los labios de la mujer dibujaron una sonrisa pequeña, haciéndole ver al muchacho que no le era del todo indiferente.


~ Y. . . ¿por qué el accidente?, fue en el mismo auto?. . . me gustaba mucho el que tenías.

La voz de la joven sonaba nerviosa, incapaz de ocultar su necesidad de cambiar de tema.
Sasaki sonrió. ¿Por qué de pronto ya no sentía el dolor en su lastimado cuerpo?.


~ Si, era el mismo auto y... creí escuchar tu voz en la radio; quise subir el volumen, di un volantazo y... por laguna razón termine aquí, conversando contigo.

La chica lo miraba incrédula mientras arqueaba una ceja.


~ Idiota.

Le susurró.
Un incomodo silencio acompañó a los muchachos hasta que la chica decidió que era hora de irse. Koani tan solo pudo levantarse, despedirse y dar un solo paso antes de que Ryu la tomase por el brazo, pidiéndole que se quedara.


~ Solo un rato más, por favor. . .

Ella simplemente no pudo resistirse al toque de aquella mano tibia sobre su piel. . . se estremeció.
Entonces, Motto se dio cuenta de que se estaba comportando como una chiquilla, la misma que se enamoró perdidamente y que habían lastimado. Pero nada le importaba, solo él, en verdad quería estar con él.
Era como si el tiempo y la distancia hubiesen sanado las heridas.

Se sentó a su lado, sin decir nada, hasta que Ryu rompió el silencio.


~ ¿Y cómo esta el gato?, sigue igual de gordo?.
~ Murió hace un par de años.

Y luego, nuevamente el silencio. Tantas cosas que preguntar y tantas cosas por decir, más los jóvenes mantenían silencio. Esperaron, imaginaron este momento y ahora que lo tienen, no saben que hacer.


~ ¿Te casaste?.
~ No. . . ¿y tu?.
~ Tampoco.

Excepto simples preguntas cortas.
Pero Ryu tomó el valor que no sentía en ese momento. . . tal vez no la volviese a ver y tenía que decírselo.


~ Koani, ¿sabes?, yo. . . ¿recuerdas el trabajo escolar que hicimos juntos?.
~ Claro, todo esto pasó por eso:
~ Jaja, si. . .


Sasaki tragó saliva, guardando silencio. ¿Por qué le costaba decirle una pequeñez como esa?.


~ Pues. . . yo le pedí al profesor que te eligiera como mi compañera de trabajo. . . ya me gustabas desde entonces y yo. . .

~ Tonto, ya no tiene importancia.

La voz de la chica sonaba nostálgica; su mirada de miel perdida más allá de la ventana. Le hubiese gustado saber eso mucho antes.


~ Bu-bueno. . . ahora si me voy.
~ Espera, por favor. . . hay algo más. . .


Y justo iba a abrir la puerta, cuando volvió a escuchar la voz del muchacho.
Koani se giró, aun con la mano en la perilla, esperando escuchar lo que fuese, pero lo último... ya no quería estar un segundo más ahí.


~ He querido decirte esto, incluso mucho antes del problema que tuvimos y que yo mismo provoqué, y es que yo. . .

~ Ryu, ya. . . solo dilo.


Sasaki hizo una mueca al tiempo en que suspiraba con resignación.
De todas formas, no tenía más caso guardarse ese sentimiento.


~ Te amo... desde que te vi supe que eras la única para mi; sé que fui un estúpido, egoísta, pero... ni no te molesta que sea así. . . intentémoslo una vez más, vuelve conmigo. . . casémonos.

Ella se quedó callada, mirando el interesante color blanco de la puerta.
No podía moverse, no sabía si irse de una buena vez o esperar a ver que pasaba.


“¿Qué no ha sido ya suficiente dolor?”.

Se preguntaba a si misma, sin saber que decidir.
Entonces, Koani recordó lo mucho que lo había echado de menos; le había hecho tanta falta. Las noches en vela, anhelando sus besos, sus caricias y el roce de su bronceada piel.
También recordaba que llegó a reprocharse a si misma el no haberlo perdonado, tanto así, que con el paso de los años estaba más molesta con ella que con Ryu.


“Pues bien. . . no pienso cometer ahora ese mismo error.”

Pensó, para luego girar el seguro de la puerta, aislando a los dos de todo lo que pudiese interrumpirlos en este reencuentro, capricho del destino.
Se acercó al muchacho, besándolo sin dar mayor explicación.
Las ropas terminaron siendo olvidadas, así como las heridas de Sasaki.

Esta era su respuesta, esta era su decisión. Y no necesitaban palabras, con los besos, las caricias y los cuerpos ntrelazados. . . bastaba.
No había nada más de que hablar, todo lo que querían decir ya lo habían dicho.
Si acaso, aquel acto de amor. . . podría interpretarse como la última palabra.





.:: Fin ::.
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ALELUYA, después de.. años, no estoy segura, pero como cinco, este fic por fin se acabó. Un desenlace muy meloso, ¿no creen?.

Tenía muchas ideas para este fic, pero con el paso del tiempo se me fue acabando el interés, de hecho, no tengo muchas ganas de seguir escribiendo originales, aunque por ahí me ronda una pequeña idea, haber que pasa.

La idea de convertir a Koani en locutora, fue porque he estado escuchando mucho la radio, todo el día, de hecho ^^’.

Solo me resta agradecer a las personas que siguieron este fic, aun después de varios años, no es que fueran muchos a los que les atrajo al historia, de hecho, creo que los originales no son muy populares, esa es mi impresión, por ello agradezco el apoyo de esos pocos para este fic.


priss_pk@hotmail.com