________________________Eso que siempre quise decirle

De: Priss

CAP VII: No sé cuándo dejé de odiarte.
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El ambiente en la habitación de la joven fue el mismo durante toda la semana.
La pereza y la nostalgia apenas la habían dejado asistir un par de días al colegio; de ahí en fuera permaneció encerrada en casa, a veces viendo el televisor, otras más escuchando música. El hecho era que sentía como si algo le hiciese falta.

Un bostezo; de pronto, el sonido del teléfono la distrajo de aquello en que se “concentraba”; levantó la bocina y al lograr preguntar, con voz perezosa, “quién”, logró escuchar:


~ Ah, Koani?, pensé que no te encontraría.... habla Ryu.


Aquella voz la sorprendió por completo, haciéndola interrumpir el prolongado bostezo que aun mantenía.
Estaba sorprendida y eso era algo que sus ojos demostraban con facilidad.


~ Ehh, ah... ho-hola a... ¿qué quieres?.

~ No has venido al instituto y yo... quería...


Esto era inesperado, de todas las posibles personas que la hubiesen llamado por fono, precisamente fue este joven quien la buscó. No pudo evitar suavizar la mirada al pensar en ello, desde que se peleó con Pai, él era el primero de la escuela que la llamaba por este medio, claro que casi nadie tenia su número y por ello....


~ U-un momento.... Ryu, yo nunca te di mi numero de teléfono... ¿cómo es que....?

~ Obligue a Pai a que me lo diese.

~ A Pai??.


Motto sabía que la única cualidad de esa mujer era la discreción; nunca le hubiese dado un dato personal a nadie, mucho menos a Sasaki. La duda llevó a Koani a preguntar el “cómo” consiguió tal información...


~ Bueno... ¿recuerdas la vez que nos encontraste en pleno beso?.


El corazón de la joven pareció dar un vuelco de ira. Pensar que esa fue la “técnica” que usó para persuadir a Pai-chan le resultaba insoportable.


~ ¿Qué?... ¿vas a decirme que la convenciste con un beso?.

~ No, nada de eso.... es solo que las cosas se me fueron de las manos.

~ Ese no es mi problema, de cualquier forma, idiota, adiós.

~ No, espera....


Koani no hubiese podido decir si fue por reflejo o por qué, pero complació a su compañero dejándolo hablar un poco más. Así, Ryu inició una conversación; primero le preguntó la razón de sus ausencias; si bien Motto no rea la reina de la responsabilidad, tampoco había tenido tantas ausencias en el tiempo que llevaba estudiando.
Pero ella no quiso contestar, pensar en la razón de su nostalgia e incomodidad la hacían sentirse aun peor.


~ Por qué no hablamos sobre ti??... casi, casi no te conozco.

~ Oh, vamos... ¿qué quieres saber?.

~ No sé...


Recostándose de espaldas a la cama, Motto pareció interesarse un poco más en la vida de este sujeto.


~ Te daré un resumen....me gustan los árboles bonsái, escuchar música a la orilla del mar y leer.... se puede decir que amo la lectura.


Koani no pudo evitar un bostezo de su parte, lo poco que escuchó no era tan.... emocionante.


~ Soy aburrido, ¿no es cierto?.

~ Descuida, lo superarás algún día.


Una sutil risa se escuchó del otro lado de la bocina, Ryu comenzaba a aceptar la forma de ser de la chica, la misma que al escuchar reír al joven se sonrojó levemente. Dio gracias a todos los dioses por el hecho de que solo hablaban por teléfono y no podía verla así en ese momento.
Suspiró aliviada para luego sonreír; por fin, después de todos esos días podía sonreír al menos un poco.


~ Bueno, no te molesto más.... espero verte la próxima semana.

~ No, espera....


Esta vez fue Koani quien se apresuró a evitar que colgasen la bocina del otro lado, más después de esa petición no supo que decir, que pretexto poner para justificar que hablase un poco más con ella.
Pensó y pensó; para cuando pudo decir algo esto no fue tan bueno como ella hubiese deseado...


~ Yo, yo.... gusto de ver la televisión por horas y horas, la mayor parte del día estoy de mal humor y, y... me encanta dormir...


Motto se preguntaba que había sido todo eso, después de todo, sabia que pudo haber dicho algo mucho mejor, para su suerte, la sutil risa de Sasaki sonó para tranquilizarla. Entonces lo aceptó, el reto de decirle en ese momento lo que realmente quería, algo que seguramente le traería alguna que otra consecuencia desagradable, pero....


~ La verdad es que... quiero seguir escuchando tu voz... bueno, es que, por ahora no tengo nada mejor que hacer... patético.

~ E-eso no es...


Ryu no creyó lo que la jovencita acababa de decirle, pero quería corresponder de alguna forma a las palabras de Koani.
Si metía la pata, como normalmente acostumbraba hacer, nunca entendería porque esta chica le resultaba intrigante.


~ No veo porque, creo que mi voz no es muy agradable... es la tuya la que vale la pena escuchar.

~ N-no, no digas esas cosas...


Ryu estaba completamente seguro de que sus palabras habían hecho sonrojar a la joven; lo sabia aun sin poder verla en ese preciso momento. Así, los jóvenes continuaron con una extraña conversación en la que sobresalían sencillas confesiones y gustos personales.


El hecho de que nunca hablasen siquiera para saludarse justificaba el que hablaran por al rededor de tres horas, hasta que Ryu observó su reloj de mano. No pudo más que disculparse por molestarla por tanto tiempo


~ A veces creo que comienzo a acostumbrarme a que me molestes.


Koani parecía ser un poco más amable aunque muy a su manera.


~ Oh, por favor, Koani.... no necesitas ser tan sutil, sé que me odias.


Ryu pareció susurrar el último par de palabras; esa era una realidad que tuvo presente durante mucho tiempo.
La chica, por otro lado, se sorprendió al escuchar ese reproche, la verdad es que así era, pero....


~ No, Ryu... yo no te odio.


Los ojos de Sasaki se dilataron.
Aun cuando conocía casi nada de esta mujer, sabia que el escucharla decir esa frase era casi imposible; y sin embrago así fue, parecía que algún dios había decidido que este fuese un buen día para él, así que aprovechando su buena suerte y el casi excelente humor de su compañera, se animó a proponer...


~ Escucha, sé que tienes mejores cosas que hacer, pero, no sé... ¿quisieras pasar todo el día de mañana... con migo?.

~ ¿¿Qué??.

~ No, no pienses mal. =Se apresuró a corregir.= salir por ahí, que sé yo.

~ Ryu, no creo que pue...

~ A comer, al cine, al parque de diversiones, de compras, d...

~ Al parque de diversiones??.


Ambos jóvenes se interrumpieron mutuamente. Ryu por insistirle en un “si”, y ella al escuchar algo que le parecía interesante. Cuando Sasaki, por la rapidez de la respuesta de la chica, no entendió lo que significaba dicha respuesta le pidió que le dijera nuevamente.

~ Si, si quiero ir a un parque de diversiones con tigo.


Escuchar su voz, la afirmativa... dios!, esto era como un universo alterno, inexistente y posible quizás solo en sueños.
No les tomó mucho tiempo acordar la hora de su “cita”, de hecho, Koani decía “si” a casi todo lo que el muchacho le proponía. Como le gustaría a Ryu que ella se mostrase tan amable y complaciente más a menudo.


~ Entonces, te veo mañana?.


Koani no respondió, por alguna razón que no comprendía muy bien, no deseaba despedirse de aquel muchacho; lo cierto es que este jovencito se había ganado un poco de su confianza.


~ Koani?.

~ Di-dime....

~ Las palabras de hace un rato, que no me odias.... ¿son ciertas?.

~ Hasta mañana, Ryu.


El sonido del fono indicaba que Motto había colgado; ignorando la interrogante de Sasaki y aun más, colgándole de golpe.
Y aun así Ryu parecía muy entretenido al seguir escuchando el sonido del aparato. Se sonrió a si mismo al saber que había logrado lo que durante años consideró un imposible... el llevarse bien con esa chica.


En tanto, Koani yacía recostada sobre su cama, embobada con el techo de la alcoba, mirándolo con gran interés. Más sus ojos no veían el adorno de concreto sino el rostro del joven cuya persistencia al fin la había hecho ceder.

El rojo en sus mejillas indicaba que la reciente platica había tenido cierto efecto sobre ella; por no decir nada de su agitada respiración.


~ Tonto!!.... no te odio.... ya no.


Suspiró, como hacia años no suspiraba por un hombre. Y por primera vez en su vida, dedicó lo que restaba de la tarde para elegir el atuendo que usaría.

La sonrisa en sus labios aun permanecía visible; definitivamente Koani no se había percatado del increíble efecto que este chico poco a poco comenzaba a tener sobre ella.





Continuará....
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A partir de este capitulo trataré más la relación de este par.
Alejándome poco a poco del odio que se tienen para ir avanzando hacia otros sentimientos.


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