_____________________Sueños sobre hielo.

De: . Priss .


Capítulo VI: Reencuentro.
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Después de su corta estancia en el hospital y sin motivo para preocuparse, Rukia se concentró totalmente en su entrenamiento.

Kaien ni siquiera se disculpó con la chica, pero disminuyó considerablemente su presión sobre ella.



El tiempo se fue como agua y ya solo quedaban dos semanas antes de los juegos, la pelinegra partió a Vancouver para conocer la pista donde mostraría su talento al mundo y en la que, por ahora, sería su centro de entrenamiento.

Kaien, al ser su entrenador, la acompañó. A Ichigo no le gustó nada el tener que dejar a su chica sola con su hermano, quien no la había tratado nada bien en los últimos meses, pero nada podía hacer.


Si la Kuchiki se asombró con la belleza de la ciudad apenas bajó del avión, quedó maravillada cuando por fin pudo pisar la pista de hielo destinada al patinaje artístico.


~ ¡ Es hermosa !.


Escuchó a sus espaldas.


~ Si.


Rukia estaba irónicamente congelada por la emoción y no podía apartar sus titilantes ojitos del blanco hielo.


~ Comencemos.


~ Hai.


La joven se deslizó por el hielo, dispuesta a practicar con toda su fuerza.
Su relación con Kaien se había tornado muy tensa, pero aun así, el Kurosaki estaba bastante sorprendido de que ella, por su propia cuenta, siguiese entrenando con él como si nada.


Y entonces, por primera vez en mucho tiempo, la miró sin ningún tipo de enojo o tristeza. Y recordó por qué fue que decidió entrenar a esa chica…

Rukia tenía un gran talento, no solo la técnica, la elegancia que con su personalidad imprimía a cada salto o cada figura; el simple movimiento de sus brazos parecía exquisito en comparación con otras patinadoras.


Recordó igual como Miyako la adulaba y la protegía, como si fuese una hermana pequeña… o una hija…

Ellos no pudieron tener hijos y la Kuchiki era lo más cercano que su difunta esposa estuvo de experimentar el cariño maternal. Por eso la cuidaba, por eso la ayudaba.


“Y desde que ya no estás, Miyako, yo no he hecho más que maltratarla.”


Pensaba el Kurosaki, avergonzado y furioso consigo mismo.

Clavó su mirada en la chiquilla que seguía deslizándose sobre el hielo al ritmo de una de las piezas que usaría en la competencia. Ella era tan pequeña, tan frágil… ¿cómo pudo ser tan brusco?.


~ ¿Cómo pude lastimarla?.


Susurró para sí, con la sensación de ser un enorme imbécil.

Y tuvo que soportar ese sentimiento cada vez que la pelinegra entrenaba, realizando una y otra vez las tres rutinas que tenía preparadas. Y con cada una… a Kaien le parecía que ella lo hacía mejor. Tenía la sensación de que esa mujer lograría la perfección.
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~ ¿Estás bien?.


Fue lo primero que Ichigo le preguntó a su novia apenas la vio, siempre con ceño marcado.

Rukia dobló las cejas. ¿Ese idiota no podía simplemente decirle lo mucho que la había extrañado?. Porque ella contaba las horas para volverlo a ver y esas semanas habían sido bastante largas.


Ichigo y todo el equipo de hockey japonés había llegado a Vancouver, faltando solo tres días para la inauguración.

El pelinaranja y sus compañeros se hospedarían en la villa olímpica, mientras que la Kuchiki estaba en un lujoso hotel.


~ Enana con suerte… tener un hermano que se ahoga en dinero.


Susurró el Kurosaki, caminando apresurado por los pasillos del aeropuerto.

Rukia sonrió divertida. A pesar de que el muy idiota se quejaba de Byakuya, ella sabía que el pelinaranja solo fingía fastidio, porque la verdad era que el muchacho estaba más que feliz de ver de nuevo a la mujercita de ojos violetas.


“Pero no es obligatorio que se lo demuestre, ¿verdad?.”


Pensaba Ichigo, tomando disimuladamente la pequeña y suave mano de la pelinegra. Sin apartar la mirada del frente, sintiendo como su compañera entrelazaba sus dedos con los suyos. Eso fue algo que lo hizo estremecer y que un poco de sutil rojo cubriese sus mejillas.


Rukia sonrió, Ichigo se veía tan lindo cuando estaba apenado y sonrojado.

La chica simplemente estaba feliz de estar otra vez con el pelinaranja.






. C o n t i n u a r á .
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Siento que estoy manejando muy rápido esta historia, pero es que las olimpiadas de invierno solo duraron un par de semanas.

Fue demasiada información e inspiración como para alargar este fic.
Ahora, lo más importante, ya se viene la participación de la Kuchiki.

No profundizaré en el papel deportivo de Ichigo, porque, entre otras cosas, Japón no participó en la justa olímpica, así que todo lo referente a Ichigo en cuanto a ese tema, es pura imaginación.

Mientras que el papel de Rukia si está basado ligeramente en la realidad… ya verán por qué.


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