_____________________Sueños sobre hielo.


De: . Priss .


Capítulo V: Decisiones.
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~ ¡ Ya estarás satisfecho !.


Decía entre dientes el menor de los Kurosaki, sin siquiera girar a ver a su hermano, quien, callado, se mantenía inmóvil junto a la puerta.
Ahora, simple y sencillamente no podía discutir ni negar nada de lo que le reclamase el pelinaranja.


Ichigo se mantuvo en silencio por un rato; sus amielados ojos fijos en la mujer que yacía inconsciente en esa cama de hospital.


“¡ Enana tonta !.”


Pensaba, sosteniendo la pequeña y suave mano de la Kuchiki entre las suyas, más grandes y toscas.

Él se lo había dicho hasta el cansancio, pero la muy necia no quiso entender. De cualquier forma, el verdadero culpable no era otro más que Kaien, por descargar todo su enojo y dolor en la chica de ojos violetas.


~ Ichigo, yo…


~ ¡ Vete !.


~ Hermano !!.


~ En serio, Kaien. No quiero hablar ahora, solo… solo déjame a solas con ella.


El pelinegro suspiró derrotado, lo que más quería era disculparse con su hermano pero sobre todo con la Kuchiki. Sin embargo, era claro que por ahora no podía hacer nada.
Finalmente, complació al pelinaranja y abandonó aquella habitación.


Mientras tanto, Ichigo… él no se separó de Rukia un solo instante.
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Un par de días después, Rukia despertó.
Le harían algunas pruebas para estar seguros, pero aparentemente ella estaba muy bien.


~ Ichigo… ¿sigues enfadado?.


El muchacho no respondió a la dulce voz que se escuchó.
El Kurosaki tan solo estaba de pie junto al ventanal de la habitación de la pelinegra; siempre con las manos en los bolsillos de sus pantalones.


Fingía ver el paisaje que le regalaba la ciudad de Karakura, pero la verdad es que estaba demasiado concentrado en todo lo que había pasado, como para prestarle atención al paisaje.


~ Ichigo, dime algo… onegai.


~ Te lo advertí muchas veces.


Y por fin la voz del pelinaranja se podía escuchar en esa fría habitación.


~ Lo sé.


~ Y no me escuchaste.


~ Lo sé.


Rukia bajó la mirada. Todo lo que el muchacho le decía no era más que la pura verdad. Y sin embargo…


~ ¿Y qué harás?.


~ ¿De qué hablas?.


~ Mírate, ¡ estas destrozada !. No puedes patinar así.


La chica hizo una especie de puchero y dobló las cejas, molesta por las palabras de su compañero. Ese hombre era un exagera; la pelinegra solo tenía una venda alrededor de la cabeza y otra más en la muñeca izquierda.

Además, los médicos le habían dicho que estaba bien, solo había que esperar los resultados de un par de estudios y listo.


~ ¿Por qué me miras así, enana?.


La ceja izquierda de la Kuchiki subía y bajaba en una especie de tic. No le gustaba cuando Ichigo se burlaba de su estatura.


~ Por si no lo sabías, mi estatura es perfecta para este deporte y ni se te ocurra hablar de mi cuerpo porque resulta que igual es perfecto para el patinaje.


Entonces, Ichigo sonrió sutil.
Por fin se acercó a ella, caminando hasta la cama donde Rukia descansaba, sentándose junto a la chica.


~ Nunca me quejaría de tu figura… ¡ es perfecta !.


~ ¡ Ichigo !...


La pelinegra no pudo decir más, pues los labios del muchacho se habían posado sobre los suyos en un beso casi fugaz pero que a ella le supo delicioso.

El pelinaranja se separó de Rukia y posó su frente sobre la de ella, clavando su mirar en las hermosas orbes azul-violáceas. Sus grandes manos sostuvieron el lindo rostro de la chica.


~ ¡ En verdad eres hermosa !.


Le susurró, perdiéndose en la belleza femenina, aceptando abiertamente de alguna manera, que estaba totalmente hechizado por esa mujer.


~ ¿Serás cuidadosa?.


Preguntó el Kurosaki entre los tantos besos que desplegaba por el rostro de su compañera.


~ ¡ Seré la mejor !.


Fue la respuesta de la Kuchiki, cuyos ojos desbordaban ansiedad y decisión.
Ichigo suspiró derrotado para luego dibujar una sonrisa que a Rukia le pareció arrebatadora.


~ No vas a desistir, ¿verdad?.


~ ¿Lo harías tu, que también vas a ir a los olímpicos?.


Él amplió su sonrisa.


~ Claro que no.


~ Entonces no te quejes.


Los jóvenes compartieron una sonrisa y poco después un nuevo beso.






. C o n t i n u a r á .
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Este cap funge más o menos como conexión en la historia.
Después de todo, Rukia tenía que despertar en algún momento, ¿no?.

No me gustaba la idea de que ella tuviese un accidente en un capitulo y al siguiente ya estuviese a días de la justa olímpica.

Ups, creo ya adelante un poquito ^v^.


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