_____________________________She is...


De: . Priss .

Capítulo VII: a CLONE.
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~ ¿Pasa algo?... estas muy callada.


Ichigo le acarició el cabello a su novia, quien yacía desnuda a su lado después de una intensa y memorable sesión de sexo.


~ Nada.


Rukia forzó una sonrisa que no fue suficiente para convencer a su novio. El Kurosaki le besó la frente.


~ Nos casaremos en un mes.

Le decía él, entrelazando sus dedos, besándole la mano y haciéndola prestar atención al hermoso anillo que adornaba su mano.

~ Debemos confiar el uno en el otro, pequeña.


Ella dobló las cejas con pesar; esas palabras la hicieron sentir más desnuda de lo que ya estaba.

La Kuchiki se esforzó por no llorar, pero las lágrimas se amontonaron en sus pupilas violetas, empujándose unas a otras hasta que algunas terminaron por escapar de sus lindos ojos.


~ Ni… nii-sama no…


~ ¿Qué te hizo esta vez?.


El pelinaranja torció la boca.
Siempre que ellos hablaban de su “querido” cuñado, era porque este había hecho o dicho algo que lastimaba a Rukia.


~ Di, dijo que no me entregará en el altar… que no tiene tiempo como para perderlo en esas tonterías.


La voz de la chica terminó por quebrarse. Ichigo la abrazó con fuerza, consolándola, acariciándole la frágil espalda, besándola; odiaba verla llorar, ¡ no lo soportaba !.

Apretó los dientes ante la furia que lo embargaba y le hacía hervir la sangre, hablaría con ese maldito imbécil, no permitiría que nadie lastimara a la mujer que él tanto amaba, ni siquiera el propio hermano de esta.
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~ ¿Por qué te empeñas en hacerla sufrir?.


Fueron las palabras del pelinaranja, quien irrumpió en la oficina de Kuchiki Byakuya sin siquiera ser anunciado, o cuando menos tocar la puerta.
Ichigo estaba furioso y lo único que hacía era gritar, obligando al pelinegro a posponer la llamada telefónica que en ese momento hacía.


~ ¿Quién te crees para entrar en mi oficina, gritando y reclamando tonterías que no te conciernen, koso?. Lárgate antes de que llame a seguridad.


El Kurosaki se postró frente a Byakuya, golpeando el escritorio fuertemente con sus puños.


~ No son tonterías y me importa porque Rukia es mi prometida !!.


El muchacho prácticamente ladró aquellas palabras; sus amielados ojos lucían desteñidos ante la ilimitada ira.


~ Escúchame bien, maldito ricachón, entregarás a Rukia en el altar así tengas que ir con camisa de fuerza.


~ ¿Crees que vas a obligarme?... ¿tu?.


Ichigo sonreía con burla.
Pero el Kuchiki pensaba que ese chiquillo se creía demasiado si por su hueca cabeza había pasado la idea de que podría obligar a Kuchiki Byakuya a hacer algo que no quería.


La expresión del pelilargo le hizo ver al más joven que con esa actitud no iba a llegar a ningún lado, así que inspiró profundo, tratando de calmarse.


~ En serio, Byakuya… ¿por qué te empeñas en hacerla sufrir?... ¡ es tu hermana, por dios !.


El pelinegro torció la boca ante las palabras de su “invitado”.
Estaba harto de ver como ese hombre la protegía y la celaba. No lo soportaba, era ilógico, era un tremendo error, ella no lo merecía… no alguien como Rukia.

Y el Kurosaki siempre estaba proclamando que el Kuchiki no debía tratar así a la chica por el simple hecho de ser su hermana, que él, como el mayor, debía protegerla… pero lo cierto es que…


~ ¡¡ Ella no es mi hermana !!.


Ichigo abrió la boca con sorpresa para luego cerrarla y apretar fuertemente los dientes, al grado de hacerse daño.


~ ¡ Maldito bastardo, ¿cómo puedes decir eso? !.


Susurraba le pelinaranja entre dientes a punto de sujetar al otro hombre y asestarle tremendo puñetazo, más aquel se puso de pie, más serio que de costumbre.


~ ¡ Ven !... tengo algo que mostrarte.


Apenas dijo esto, Byakuya salió de su oficina, con el Kurosaki siguiéndolo confundido.
Ambos hombres abordaron el ascensor y bajaron hasta la parte subterránea del imponente y lujoso edificio. El pelinaranja no sabía que el edificio tuviese instalaciones tan profundas bajo tierra.


Cuando el ascensor se detuvo y las puertas se abrieron, el chico quedó sorprendido y todavía más al ir recorriendo el lugar.


Ese era un laboratorio equipado con tecnología que él ni siquiera imaginaba que existiese. Veía muchos científicos trabajando allí, más conforme fueron avanzando, había menos y menos personal, hasta que llegaron a una sección totalmente restringida, postrados frente a una puerta de acero, misma que el Kuchiki abrió al ser verificada su identidad.


Lo que encontró allí dentro… ¡ era imposible !.
Las pupilas del Kurosaki se destiñeron, conforme avanzaba por ese laboratorio secreto veía cuerpos humanos dentro de capsulas, algunos parecían fetos.


~ Son parte de un experimento de clonación. Todos estos “especímenes”… fueron un rotundo fracaso.


Ichigo lo miró incrédulo. Que el supiera, los laboratorios de los Kuchiki se dedicaban a la creación de vacunas para distintas enfermedades.


~ ¡ No sabía que jugabas a ser dios !.


Decía el muchacho, inyectando un poquito de veneno en sus palabras, logrando que su “cuñado” sonriera.
Y eso qué el pelinaranja no había visto nada. Además…


~ Ella lo valía…


Susurró el pelilargo, dejando muy confundido a su compañero.
Avanzaron un poco más hasta llegar a la que parecía ser la última capsula… donde una hermosa mujer desnuda yacía atrapada, dormida… o mejor dicho, conservada.


~ ¡¡ RUKIA !!...


Gritó el Kurosaki, apresurándose donde el cristal, preocupado y confundido. ¿Qué hacía su prometida allí?.


~ De hecho, ella es su antecesora, la número cuatrocientos cuarenta y tres… mayor que la Rukia que tú conoces tan solo por un año.


Ichigo se giró a ver al Kuchiki, horrorizado ante aquellas palabras.


~ Qui, quieres decir que…


~ Así es, Rukia “nació” aquí.


Byakuya se quedó mirando a la mujer que yacía eternamente dormida, encerrada en ese contenedor y viva, solo gracias al líquido en el que estaba inmersa.
Una insuficiencia cardiaca, así como su difunta esposa. Si esa chica salía de la capsula simplemente moriría. . .


~ Al igual que Hisana.


~ ¿Hisana?.


~ Mi esposa.


El pelinaranja lo miró confundido. Que él supiera, ese hombre no había sido casado, Rukia nunca dijo nada acerca de eso.
Byakuya adivinó los pensamientos del muchacho, así que se resignó a explicar.


~ Fue hace mucho tiempo y fuimos felices por un par de años, hasta que ella murió porque su frágil corazón no pudo más... era tan joven y hermosa… y yo la amaba. Cuando ella murió… yo no podía aceptarlo, tenía que traerla de vuelta, así que invertí millones en la investigación que ahora ves. Fueron muchos años, error tras error, solo fracasos… ¡ hasta que creamos a Rukia !.


Ichigo apretó los dientes y dobló las cejas con enojo. La última frase del Kuchiki lo molestaba, lo incomodaba.


~ Pero ella no es Hisana. Ha crecido creyendo que es mi hermana, pero no es más que el resultado de un experimento... es un simple clon, tan distinta de la original. Como dices, el resultado de jugar a ser dios.


~ ¿Por qué me dices todo esto?.


Preguntó el Kurosaki, mirando fijamente al empresario cuya mirada yacía clavada en el piso.
La expresión nostálgica del pelinegro al recordar a la mujer que amó, se desvaneció ante la pregunta del muchacho.


~ Porque no puedo entender, no concibo que la ames tanto cuando ella ni siquiera es humana.


Ichigo impactó su puño en el rostro de Byakuya.
Furioso, dolido. ¿Tanto la odiaba?; ¡ él mismo la creó, maldita sea !.


~ ¡ No vuelvas a decirlo !.


~ No es humana, no merece que un hombre la quiera, mucho menos que la ame.


Gritaba el pelilargo, ya fuera de sí. Entonces Ichigo fue cegado por la furia y se ensañó con el hombre, golpeándolo salvajemente hasta dejarlo semi-inconsciente.

El pelinaranja respiraba agitado, tratando de calmarse y no terminar por matar a ese bastardo adinerado.


~ Nunca, jamás vuelvas a decir eso. Ella es tanto o más humana que cualquier otra mujer y yo la amo.


~ ¿A-aún después de saber que no es más que una simple copia?.



Ichigo apretó los dientes. Sus sentimientos no iban a cambiar por el hecho de saber el verdadero e increíble origen de su prometida.


~ La amo, no importa que. Me casaré con ella y la haré feliz, cosa que tú nunca has hecho por tu caprichoso orgullo.


El muchacho se dirigió donde la salida, dejando aquel extraño lugar y al Kuchiki bañado en su propia sangre por los golpes.


~ Los clones no pueden procrear, Kurosaki… ¿aun así piensas seguir con esta estupidez?.


Ichigo se detuvo en seco, sus pupilas desteñidas ante el fuerte impacto que aquellas palabras causaron en él.

Más apretó fuertemente los puños. Él amaba a Rukia y estaría con ella sin importar lo demás. La haría feliz… aun cuando tuviese que renunciar al sueño de una familia. Rukia valía eso y más.


~ Estaré con ella y la protegeré simplemente porque la amo… no soy como tú. Y te advierto que si llegas a decirle esto… ¡ te mataré !.


Tras aquellas palabras, el Kurosaki abandonó para siempre aquel laboratorio y después el edificio.
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~ ¿Qué te dijo?.


Ichigo forzó una sonrisa ante la pregunta de su novia.
Su mirada ansiosa y la expresión preocupada de la chica lo ponían nervioso y lo entristecían al mismo tiempo.


~ Mira, enana. Tu hermano es un adicto al trabajo que no puede regalarnos un par de horas, además es insoportable…


Ichigo acarició los oscuros cabellos de la mujercita notando como estaba bajaba la mirada, decepcionada de no haber logrado una mejor respuesta por parte de su hermano.


~ Sabes, Rukia… al viejo loco, quiero decir, mi padre… le encantará entregarte, te quiere como a una hija, siempre lo ha dicho y… ¿te parece bien?.


Rukia se abrazó a su novio, escondiendo el rostro en el fuerte pecho del pelinaranja, ocultando su tristeza y sus lágrimas.


~ Claro… será genial.


Rukia alzó la mirada, clavando sus hermosos ojos en los del muchacho, quien se sintió más cómodo ante la sutil sonrisa que ella le regalaba.


~ ¡ Te amo, enana !... nunca olvides eso.


~ ¿Qué te pasa?... estás raro.


~ Nada. ¿Qué?, ¿no puedo decir que te amo sin una razón?.


Ambos sonrieron. Ichigo la besó en los labios profundamente.

Él la haría feliz, no importaba si nació o fue creada. Rukia estaba aquí y ahora y agradecía que así fuera. . . la amaba y ella a él… y eso era lo único que importaba.






. C o n t i n u a r á .
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Esta es la historia que más me gusta de esta colección.
Se fue dando sola pues la inspiración fue grande, aunque el resultado fuese agridulce.

Hisana clonada. ¿Lo habían pensado?.
El parecido entre las hermanas y un poquito de Rei (Evangelion), fueron la base para crear esta historia.


priss-sk@hotmail.com