_____________________________She is...


De: . Priss .

Capítulo V: a VAMPIRE.
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~ ¡ Me gustas !.


~ Por favor no lo hagas, yo… no soy una buena persona, no soy… lo que crees.


~ ¿Q-qué quieres decir?.


~ Será mejor que no nos hablemos más.


Con esas palabras, la Kuchiki dio por terminada aquella conversación. . .




Y ahora que veía esto, Ichigo comenzaba a comprender el verdadero significado de lo que la chica le dijese, pues ante él, Rukia había bebido todo el contenido de un tubo de sangre.


Ella no pudo evitarlo, estaba muy débil, razón por la cual se desmayó en medio de la clase. El pelinaranja la llevó en brazos a la enfermería y se quedó a cuidarla, salió un momento, tan solo un instante, para cuando regresó, la pelinegra ya había despertado.

Y entre nerviosa, indecisa y asustada, sujetaba entre sus manos un tubo con una muestra de sangre.


El Kurosaki quedó atónito al ver como la chica se bebía desesperada el contenido.


~ ¡¡ Ru-Rukia !!.


Ella se asustó al escuchar su nombre y soltó el recipiente, que terminó roto en el suelo. Los ojos antes violetas se tornaron descoloridos al verse descubierta.


~ I-Ichigo, ¿qué?…


El muchacho, tanto o más sorprendido que la joven, se acercó lenta y cautelosamente, sus ojos se pasaron de la linda joven a los vidrios restantes de la muestra; dos o tres gotas restantes del rojo liquido manchando la etiqueta con la leyenda: Ishida.


El enojo llegó a él. ¿Por qué de todas las muestras de sangre, ella tenía que beber precisamente esa?.


~ ¿Rukia?. . .


~ Ichigo, yo…


Un par de lágrimas resbalaron por los lindos ojos de la pelinegra.
Su secreto más preciado, el que nadie debía nunca saber, había sido descubierto porque ella fue presa de un momento de debilidad y no pudo vencer la tentación.


La Kuchiki se abrazó a sí misma. Lo había arruinado, ahora no podría seguir esa vida por la que tanto se esforzó en formar parte.


~ Tranquila… no pasa nada.


~ Es que, yo… gomen nasai… gomen nasai…


~ Tonta.


El pelinaranja se sentó al borde de la cama, abrazando a la nerviosa chica.
Había tantas emociones que lo carcomían. Sorpresa, confusión y celos. No quería que ella volviese a beber la sangre de ninguna otra persona que no fuera la de él.
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~ Así que… eres un vampiro.


~ Vampiresa.


El pelinaranja ignoró la corrección de su amiga y se dedicó a mirar el azulado cielo del medio día.
En pleno descanso, los jóvenes estaban en la azotea de la escuela. Rukia se estaba arrepintiendo de su promesa de responder todas las preguntas del Kurosaki, pues estas parecían no tener fin.


~ Yo pensé que los vampiros no eran más que fantasías… oye… ¿no se supone que no puedes estar bajo la luz del sol?.


La mujer sonrió ante las palabras de su compañero.


Ahh, uno de tantos mitos, el sol, el ajo; que ni se le ocurriese preguntar si ella podía convertirse en murciélago, porque si se atrevía, lo golpearía, sí señor. Además, podía ingerir absolutamente cualquier clase de comida, aunque la sangre era indispensable en su dieta.


~ Y para que lo sepas, yo soy católica, así que ni se te ocurra hacerme bromas con crucifijos y todas esas cosas.


~ Ja, ja… eso sería estúpido, aunque…


La chica impactó su pequeño puño en el brazo del pelinaranja, ligeramente molesta con el comentario, pero aun así tenía una sutil y linda sonrisa adornándole el rostro.

Por eso le gustaba estar con Ichigo, porque él la trataba como a una chica como cualquier otra, aun a pesar de que el chico sabía que en realidad ella estaba muy lejos de serlo.


~ ¿Desde cuándo?.


Las risas se terminaron en ese momento. El tema se había tornado serio.


~ Desde que nací. Mis padres lo eran, digamos que lo llevo en los genes. Pero…


~ Pero…


~ Una persona común puede volverse como yo si le doy a beber mi sangre.


~ ¿Qué?, ¿no era al revés?…


Ella sonrió y cerró los ojos. Ese hombre tenía una idea muy equivocada de lo que era un vampiro y todo lo que esto significaba.


~ Incluso puedo beber la sangre de alguien sin dañarlo. Claro, siempre y cuando no beba de más.


~ Rukia, tu…


El muchacho la miró fijamente.
Aquel día, ella se había desmallado porque estaba débil. ¿Cuánto tiempo se habría resistido a beber sangre?.


Ichigo dobló las cejas entre enojado y decidido. No quería que ella volviese a sufrir de esa manera, así como tampoco quería que ella bebiese la sangre de nadie más, ni siquiera de un tubo de vidrio. Y con esta idea impulsándolo, hizo la propuesta más importante. . . para ambos.


~ Yo seré… yo seré tu donador !!, tu alimento !... como quieras llamarle.


Los ojos de la chica se contrajeron y se destiñeron por la sorpresa. Esas palabras. . . traían consigo un significado tan grande e importante.


~ I-Ichigo, tu…


~ ¿Qué dices?.


Preguntó él, entrelazando sus manos con las de la Kuchiki, quien sonrió; un sutil carmín adornando su lindo rostro.


~ A eso se le llama "guardián".


~ Entonces… seré tu guardián.


El Kurosaki se acercó a ella, probando sus pequeños labios, embriagándose con su dulzura y pureza a pesar de ser quien ella era.
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Desde que cerraron ese “pacto” entre ellos, Rukia bebía un poco de la sangre del pelinaranja todos los días. Por lo general al final de las clases.
Siempre se reunían en la azotea. Eran increíbles las sensaciones que esto provocaba en ella; el sabor era delicioso.


Era la primera vez en su larga vida que bebía sangre fresca. En esos breves instantes, él la tomaba entre sus brazos y ella acomodaba la cabeza en su hombro para luego morder sutilmente y degustar el dulce y adictivo sabor de su sangre.

Y al terminar, la pelinegra lamia tiernamente el cuello de su compañero, como curando cualquier daño que le hubiese hecho, y luego besarse con tranquila pasión.


Fueron dos meses maravillosos para ambos, más aun para la Kuchiki que por su naturaleza, nunca fue verdaderamente libre y feliz.
No importaba que ella fuese casi ciento cincuenta años mayor que ese chico; estaba perdidamente enamorada de él y lo estaría por siempre.




Lamentablemente su sueño rosa se desvaneció una vez que su hermano se enteró de su relación con el muchacho de cabello naranja.

Bajo el pretexto de que una Kuchiki no debía relacionarse con cualquier pobre diablo mortal, Byakuya terminó separando a los jóvenes, enviando a Rukia a Inglaterra.

Lo cierto es que él no quería que su hermana se convirtiese en una vampiresa de verdad. Si bebía sangre fresca y obtenía un guardián, Rukia jamás sería la humana que ella soñaba.


Todo era por Rukia, por su sueño y por protegerla.
Lo que el Kuchiki no sabía, es que su linda hermana ya había traspasado esa línea, pues hacia un par de semanas, la pelinegra le había regalado a Ichigo la eternidad.


Y él. . . llámenle instinto o una reacción al saber que él le pertenecía, pero el Kurosaki estaba dispuesto a recorrer todo el mundo con tal de encontrarla y tenerla a su lado una vez más y probar su sangre. . .

Porque desde que él era un ser eterno, inmortal, también se volvió adicto al carmesí de su dueña.






. C o n t i n u a r á .
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Este cap fue extraído de mi primera colección de one-shots: Without you.
El capítulo siete: And I'd give up forever to touch you.

Pensaba… si se trata de que Rukia no sea humana, pues la idea de un vampiro es perfecta.
No le hice grandes cambios a este cap, si acaso fue prácticamente corregir la ortografía.

Es muy notorio, que esta historia está fuertemente influenciada por Blood +.
Igual, la edad de Rukia me facilitó la idea.


priss-sk@hotmail.com