_____________________________She is...


De: . Priss .

Capítulo III: a FAIRY.
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El guerrero se arrodilló frente a la princesa, esperando a recibir las nuevas órdenes.
Ichigo Kurosaki era guerrero de un pequeño reino llamado Karakura, un lugar muy tranquilo y hermoso para vivir, al menos hasta que los ataques de hollows se incrementaron.


~ Kurosaki-kun.


~ Si, hime-sama.


~ Es tu deber el proteger la frontera norte del reino, al ser el guerrero más fuerte de Karakura y siendo ese el lugar donde más ataques de hollows se han suscitado.


~ Muy bien… con su permiso, mañana mismo partiré al campo de batalla.


Tras estas palabras, el joven de cabellos naranjas se irguió y le dio la espalda a la jovencita de largos cabellos y generoso busto, nada menos que la princesa de aquel reino.


~ Kurosaki-kun… El se giró al escucharla. ~ Cui-cuídate mucho !.


~ No se preocupe hime-sama, cumpliré con la misión.


Y sin más, el muchacho se retiró del lugar, dispuesto a preparar todo para partir temprano en la mañana.



~ Así que… la frontera norte.


El chico frunció el ceño al ver como una hermosa y diminuta chica salía de su escondite, nada menos que la capa que él portaba.


~ ¿Cuántas veces te he dicho que nos te escondas?.


La chica ignoró las palabras, así como el aparente y repentino enojo de su compañero, volando en torno a él hasta posarse sobre el hombro derecho del guerreo.


Rukia era una de las pocas hadas que quedaban después de que el año pasado los hollows arrasaran con la frontera sur que era donde ellas habitaban. Solo aquellas que no se encontraban allí durante el ataque sobrevivieron, como Rukia, quien había conocido al Kurosaki hacia un par de años y desde entonces no se volvió a separar de él.


El pelinaranja reinició su camino hacia sus aposentos. Debía dejar todo en orden y así descansar para estar listo para la batalla.


~ La princesa es muy linda.


Dijo de pronto la pequeña pelinegra, mientras Ichigo abría y cerraba tras de sí la puerta de su habitación sin prestar atención a la mujercita en su hombro.


~ Y se preocupa mucho por ti.


El Kurosaki no dijo nada, en cambio comenzó a despojarse de sus ropajes, por lo que Rukia tuvo que dejar su hombro, volando hasta el borde de la ventana, donde la hermosa luna dejaba un poco de su luz.


~ ¡ Ella te ama !.


~ ¿A dónde quieres llegar, enana?.


Ichigo por fin respondía a los que, al menos para él, eran absurdos comentarios del hada.
Conservando tan solo los pantalones, el muchacho se acercó a su compañera, mostrando su perfecto y musculoso tórax desnudo. Ichigo se sentó al borde de la ventana junto a Rukia, cuyas mejillas de pronto se matizaron rojas.


~ ¿Por qué de pronto tanto interés en la princesa?.


La mujer giró el rostro, incapaz de mantener la mirada en los amielados ojos del pelinaranja.


~ ¿No quieres responder?, pues tengo otra pregunta… ¿Por qué te esconces cuando debo presentarme ante ella?, sabes muy bien que puedes estar a mi lado, somos compañeros, no necesitas ocultarte…


Pero la pequeña no respondió, así que el Kurosaki insistió.


~ ¿Rukia?.


Más ella no estaba dispuesta a seguir, era demasiado para ella, así que sus pies se despegaron del borde de la ventana, dispuesta a volar y escapar de allí.


~ Ah, no, ¡ no te irás !.


Ichigo le impidió la huida con un rápido y sorpresivo movimiento, atrapándola entre sus manos.


~ I-Idiota, ¡ eso duele !.


Le decía ella, adolorida y recostada sobre las toscas manos del guerrero.


~ ¿Ahora me dirás por qué insistes tanto en hablar de la princesa?, ¿por qué te escondes?, ¿por qué actúas tan raro últimamente?, ¿qué?...


~ ¡ YA BASTA !.


Le gritó la pelinegra, sus ojitos titilantes por la presión, pero sobre todo por la pena que la embargaba.


Simplemente Rukia se había resignado a la realidad. Ella amaba a ese hombre, pero no podía haber nada entre ellos, eran tantas las razones: pertenecían a razas totalmente distintas, él un humano, ella un espíritu del bosque. Y del tamaño ni hablar. . .


Quería besarlo, quería aferrarlo entre sus brazos. . . quería pertenecerle. . .
¿Cómo iba a soportar las ansias, la necesidad?.. Pero sobretodo, ¿cómo iba a soportar la frustración de no poder hacerlo?... ¿Cómo?.


~ ¿Rukia?.


Pero Ichigo seguía esperando una respuesta.
La pequeña chica no pudo contenerse más, no cuando los ojos miel del muchacho la miraban con intensidad.


Algunas lágrimas impertinentes se deslizaron por sus tersas mejillas. El pelinaranja acercó el rostro, posando los labios sobre el negro cabello de la chica.


~ Enana… ya hablamos de esto.


Le decía mientras la Kuchiki se limpiaba las lágrimas aunque no pudo borrar el rojo de su cara.


~ P-pero… tú podrías tener un buen futuro con ella, quien es hermosa y te quiere… además, serías el rey.


El chico sonrió. Ser rey nunca fue su propósito o su inspiración, él era un gurrero, su vida era la batalla, blandir su Zangetsu y proteger a quienes quería.
El quería a su pueblo, a su familia y por sobre todos ellos. . . a la enana que yacía en sus manos.


~ No te vas a deshacer tan fácilmente de mi, pequeña… ¿ya olvidaste lo que te dije la primera vez que te vi?.


Ella sonrió al recordar. Ese bastardo le había dicho que ella era una criatura tan frágil, débil e inútil, que por todas esas razones él no podía dejarla sola, que la cuidaría y la protegería eternamente. Por supuesto, Rukia lanzó un hechizo que lo dejó pegado al suelo… ¿Quién era el débil e inútil ahora, ah?.


La pelinegra voló hasta quedar justo frente al guerrero. No pudo resistirse a posar sus diminutos labios sobre el labio inferior del pelinaranja, quien se estremeció ante el sutil contacto.


¡¡ Dios !!... ¡ cómo amaba a esa enana !. ¡ Qué importaba que fuesen tan distintos !, mientras ella estuviese a su lado, lo demás no importaba.


Pero Rukia no pensaba de la misma forma y consideraba muy seriamente en pedirle a Aizen, el hechicero oscuro más poderoso y exiliado del reino, que la transformase en humana. Lo único que la detenía era que perdería todos sus poderes; no podría pelear al lado del Kurosaki, ni protegerlo o curar sus heridas con hechizos de kidou.


“Pero por estar con él… yo…”


Rukia se acurrucó contra la cálida mejilla izquierda del pelinaranja.

Cerró los ojos. Ya había tomado una decisión. . .






. C o n t i n u a r á .
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Para este cap, me inspiré en Lantis y Primera (Latis y Primavera) de MKR o las Guerreras Mágicas.

Esta segunda versión de una Rukia de fantasía, surgió porque quedé muy inconforme con el cap anterior, así que tuve que plantear una trama totalmente distinta y ahora sí, me gustó mucho.

Si notaron los pequeños detalles este cap tiene sutiles características de otros animes, como Slayers y hasta InuYasha.


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