_____________________________She is...

De: . Priss .

Capítulo II: a FAIRY.
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Su vida era una mierda. . . punto.


Ichigo Kurosaki era un médico cirujano muy reconocido en su país, uno de los más jóvenes cabe decir. Pero a pesar de que estaba realizando uno de sus más grandes propósitos, había ocasiones en que realmente creía que su vida apestaba.


Quizás era el ajetreo, el estrés, la enorme responsabilidad, la presión y delicadeza que requería su trabajo o la desquiciada vida en una mega ciudad como lo es Tokyo.


El caso es que el Kurosaki se vio obligado a tomar unas largas y necesarias vacaciones. Ir a la playa fue su primera opción, pero dada la temporada, esta estaría atiborrada de gente y saldría igual o peor que quedarse en la ciudad.


~ Y así fue como termine aquí.


Susurró el muchacho para sí mismo; caminaba por un lindo y tranquilo sendero rodeado de arboles.
La casa de campo fue una buena opción para escapar de la rutina, la civilización y todo el estrés que había venido cargando los últimos meses.


Su ceño permanente se relajó ligeramente conforme avanzaba por un estrecho camino que lo llevó a un riachuelo.


Comenzaba a ponerse el sol y a bajar la temperatura, por lo que decidió regresar a la cabaña, más un ligero destello a lo lejos lo hizo cambiar de idea. Esa curiosidad que creía extinta lo embargó de pronto y corrió en dirección de la tenue luz, más cada vez que se acercaba, el brillo se alejaba más y más, así que fue más sigiloso.


Cual cazador asechando a su presa, el pelinaranja se escabulló silenciosamente entre los árboles. Lo que vio un par de metros más adelante lo dejó boquiabierto.


Esos pequeños destellos. . . al principio llegó a creer que se trataba de luciérnagas. . . pero esto. . .


~ ¡ ¿Hadas? !.


El suave e incrédulo susurro que escapó de sus labios alertó a la pequeña criatura, quien giró a verlo, asustada y sorprendida. Entonces, Ichigo pudo admirarla mejor. Una pequeña mujer ni siquiera del tamaño de su mano de hecho, bien podría ella estar atrapada entre estas; frágil, de cabellos negros como la misma noche y unas graciosas y delicadas alas culpables del brillo que la rodeaba.


~ ¡ Imposible !.


Susurró el Kurosaki, acercándose apenas un par de pasos, creyendo estar soñando, o quizás la tranquilidad le afectó más que el estrés y ahora estaba alucinando. Como fuera, quedó embelesado con la fantasía frente a él. Pero dio un paso más y la pequeña criatura se asustó, alejándose volando, creyendo que él la lastimaría.


~ Ma-matte !.


El muchacho corrió tras ella, pero al pasar unos arbustos, resbaló por un pequeño barranco que no vio, rodando unos cuantos metros, golpeándose la cabeza al final y quedando inconsciente.
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Ichigo abrió los ojos lentamente, le pesaba todo el cuerpo y la cabeza le dolía horrores.
Tardó en percibir el resplandor justo frente a sus ojos, cuando lo hizo, se percató que la diminuta y linda chica estaba frente a él, a escasos centímetros de su rostro.


~ ¡ Si que eres hermosa !.


Susurró; una ligera sonrisa le adornó el rostro.
La pequeña no respondió, tan solo seguía allí, con la preocupación opacando su linda cara, aunque el tenue carmín le dio un toque realmente tierno.


~ ¿Q-quién eres?.


~ N-no hables, ¡ estás herido !.


~ Dime.


El pelinaranja terminó suplicando, sus ojos titilando, envueltos en un brillo que la pequeña mujer no pudo resistir.


~ Ru, Rukia.


El Kurosaki sonrió. Ese nombre sonaba hermoso.
Alzó la mirada, fijándose en las hojas de los árboles y como la luz del sol luchaba por filtrarse entre estas. Estaba muy relajado y poco a poco sintió como el dolor desaparecía.


~ ¿Qué haces?.


Preguntó, dándose cuenta que la mujercita lo tocaba sobre las heridas, transmitiéndole con sus pequeñas y tibias manos una especie de luz o energía.


~ ¡ Baka !, ¿que no ves?. . . te estoy curando.


Ichigo sonrió. Esa pequeñita tenía un genio bastante difícil.
El pelinaranja sintió una paz y tranquilidad infinitos, y con una sonrisa sutil, cerró los ojos quedando profundamente dormido.


Rukia se acercó titubeante al rostro del muchacho. Si que era apuesto.
Dudosa acarició la mejilla, sus labios. Con su rostro coloreado en carmín, se atrevió a hacer lo impensable. . . algo totalmente prohibido para seres como ella. . . posó sus pequeños labios sobre el labio inferior del pelinaranja en un intento de beso.


Rukia se alejó ligeramente, sus ojos titilantes y su corazoncito latiendo alocado.
Voló lejos poco después, ya había rotó demasiados tabúes de su especie por culpa de ese humano.
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El Kurosaki miraba el paisaje más allá de la ventana de la cabaña de campo.
Cuando despertó aquella vez, la pequeñita ya no estaba.


Ichigo torció la boca, habían pasado dos semanas desde entonces y él seguía esperando; quería volver a verla, pero en sus largas caminatas por el bosque, no había vuelto a encontrarse con ella.


Con el ceño más rígido de lo normal, el muchacho se alejó de la ventana, dispuesto a preparar sus cosas y regresar a Tokyo.


“Ya he esperado demasiado. . . no puedo seguir perdiendo el tiempo con fantasías.”


Pensaba, comenzando a creer que todo aquello no fueron más que alucinaciones o locos sueños que lo confundieron.



Subió a su camioneta. No se movió por unos instantes, como esperando lo imposible. Se llevó una mano a los labios tocándolos. Últimamente tenía esa costumbre. Dobló las cejas frustrado.


~ Maldición.


Susurró y echó a andar la maquina.
Y dejando ese pacifico lugar, sin la más mínima intención de volver. No podía seguir soñando con una criatura irreal. . . por muy hermosa que fuera.



Ichigo nunca se percató que esa mujercita lo miraba desde el tejado de la cabaña. Sus hermosos ojos violetas opacados por la tristeza.

Tenía el presentimiento que jamás volvería a ver a ese humano que hacia latir su corazón.






. C o n t i n u a r á .
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La idea de una Rukia tan pequeña y de fantasía, fue producto de ver el manga piloto de Bleach, en el que la Kuchiki se hace pequeñita al darle sus poderes a Ichigo.


Para este cap, se me vino a la mente una imagen al más puro estilo “campanita” (tinkerbell), aunque nunca he visto sus películas y no me llama la atención en lo más mínimo. El asunto cambia cuando hay ichiruki de por medio ^0^ .


Cabe mencionar que de la presente colección de historias, esta es la que menos me gustó ¬¬’.


priss-sk@hotmail.com