___________________________Without you


De: Priss

Capítulo VI: `Maybe we are from opposite worlds.´
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El pelinaranja sonrió irónico al ver a su amigo Abarai.
Ese bastardo lo había llevado allí, prometiéndole diversión y muchas chicas lindas. Lo de las chicas fue cierto, después de todo esto era un centro nocturno, pero el que si se estaba divirtiendo era el pelirrojo, rodeado de todas esas mujeres que lo alejaron de él.
Al parecer, la noche para Renji Abarai comenzaría justo ahora.


~ Ese imbécil… no tiene remedio.

Se decía a sí mismo el Kurosaki, sonriendo divertido ante el comportamiento de su amigo que no sabía cómo resistirse a una mujer.

Ichigo se rascó la cabeza, meditando que hacer, finalmente decidió que ya era hora de regresar a casa tan pronto como terminase el contenido de su copa, lo cual hizo en dos tragos.

Justo estaba pagando su cuenta cuando anunciaron el siguiente número. Giro el rostro por mera coincidencia, pues realmente no estaba prestando atención, entonces la vio. . . la chica más hermosa de la ciudad, no!, del país.

Una mujercita de silueta frágil que se contoneaba grácil y exquisitamente. Su presencia era imponente, como negarlo, si con la primera impresión lo había dejado con la boca abierta, pareciendo un completo idiota.


~ Hermosa!!.

Susurró, como sumido en un trance, incapaz de apartar sus ojos de tan maravillosa imagen.

Su ropa interior era de finos encajes blancos, confundiéndose con su pálida y suave piel.
Ichigo quedó hipnotizado con cada uno de los movimientos de la bailarina de místicos ojos violeta.

Cada contoneo, cada vez que arqueaba su fina espalda, el calor en su cuerpo se acrecentaba más y más. Pero la cumbre de su deseo fue al ver como la chica se despojaba de su sostén mostrando sus pequeños pero hermosos y sin duda perfectos encantos ante todos los presentes.
En ese instante, el pelinaranja supo que la quería para él, no importaba el precio, no importaba nada.

El pelinaranja se olvidó de sus principios, de su intachable reputación, la decencia, la moral y el que dirán, todo se fue al cuerno.
Así que volvió a sentarse y esperó, esperó ansiosamente a que la joven terminase con su baile, deleitándose con su exquisito cuerpo, contoneándose sin recato.

El Kurosaki se sintió celoso de que los otros hombres la mirasen aun sabiendo que él tenía la misma pervertida mirada sobre ella.
Apenas la música terminó, el muchacho salió disparado a negociar un privado. Le hubiese gustado llevarla a un hotel, donde estarían más cómodos y tendrían mayor intimidad, pero no había tiempo, la lujuria lo consumía.

Se sentó en el sofá y esperó tranquilo, sudando ante la desesperación. Ella entró unos minutos después; con expresión seria, lo único que dijo fue. . .


~ Que sea rápido!. No puedo creer que me obliguen a esto, ah pero ya verán esos bastardos, hijos de…

~ Ah… gomen, señorita, yo…

~ Escucha, naranjito, guárdate los formalismos y los modales, aquí no funcionan.


El muchacho parpadeó un par de veces para luego sonreír satisfecho. Si antes le gustaba esa joven, ahora le gustaba mucho más.
Se acercó a ella, rodeándola por la cintura; la diferencia de estaturas fue algo que le encantó al pelinaranja.


~ Si te molesta lo que hice, lo siento, pero tú tienes la culpa.

~ ¡¿Qué?!.

~ Si… si no fueses tan hermosa, créeme que jamás me habría atrevido a esto.


El Kurosaki terminó esa conversación con un beso que para su sorpresa y placer ella le correspondió.
Lo cierto es que las palabras de ese hombre la halagaron y sus labios eran deliciosos así que no pudo resistirse a él.

Al chico le hubiese gustado jugar un rato y disfrutar de cada segundo con tan increíble mujer, pero los deseos lo consumían, así que, presuroso, la condujo al sofá, recostándola rápidamente. Sus manos se adelantaban a sus pensamientos, aunque lo cierto es que él no pensaba en esos momentos.

Recorrió la frágil figura femenina con tal desesperación, que pronto encendió a su inesperada compañera, quien no podía controlar los gemidos de gozo que insistían en escapar de sus labios. Pero ninguna de las caricias de ese hombre la hizo vibrar tanto como la que desplegó por sobre sus pequeñas bragas.


~ Ahh!!, mmm…

Él sonrió complacido al ver que ella respondía a todas y cada una de sus atrevidas caricias.
Quizá por ello fue más allá e hizo a un lado la prenda para inmediatamente después introducir su dedo medio en la intimidad de la joven.


~ Sii…

Ella suspiró ante el contacto, separando aun más las piernas para disfrutar de aquello.
Fue más agradable y excitante cuando el pelinaranja se dedicó a devorar sus labios con los propios, sin dejar el arduo trabajo de sus dedos.

La respiración de la pelinegra se tornó aun más agitada, entonces él supo que era el momento y se detuvo. En verdad quería jugar un poco más, pero necesitaba poseerla, hacerla y sentirla suya, así que se despojó rápidamente de sus ropas, volvió a posarse encima de ella y la penetró rápida y profundamente.


~ Ahh, sugoi…

La sintió arquear la espalda y eso le encantó.


~ ¿Co-cómo te llamas?.

Preguntó él, jadeante.


~ Pri, primero penetras y luego preguntas… ¡que conveniente!.
La chica dibujó una sonrisa.
~ Rukia.


Él sonrió con ternura.


~ Lindo nombre.

~ Y el tuyo es?. . .

~ Ichigo.

~ Ahh, fresita-kun!.

~ Si no me volvieses loco, enana, no me llamarías así, créeme… te daría tu merecido.

~ N-no me lo estás dando ya?…

~ Pequeña traviesa.

~ Insaciable.


Sus labios se unieron con sed de sentirse y saborearse, dejando toda platica para después.
Ichigo mecía las caderas cada vez más fuerte y rápido, arrancando gemidos y jadeos de su hermosa amante que se aferraba a él con todas sus fuerzas, disfrutando como nunca antes.

Su sostén terminó rasgado entre las toscas y ansiosas manos de ese hombre, quien pronto se hallaba lamiendo y succionando sus pequeños encantos.
Dios!, todo era tan intenso, tan increíblemente excitante y perfecto. Lástima que no pudieron disfrutarlo por más tiempo. . .

Rukia se arqueó y gimió al ser presa del éxtasis e Ichigo pronunció roncamente el nombre de la chica al sentir como su intimidad se contraía, apretando y mimando su miembro, llenándolo de placer; se vino dentro de ella.

Aferrados, respirando agitadamente, disfrutaron de ese último momento con un beso. Ichigo salió del cálido cuerpo de la chica y se vistió, Rukia solo se puso las bragas, pues el sostén había terminado hecho trizas.


~ Gomen!.

Decía el pelinaranja, ofreciéndole el saco de su traje a la muchacha.
Ella susurró dulcemente. . .


~ No, fue… maravilloso en verdad.

El Kurosaki se sonrojó ante las palabras de la chica. Desvió la mirada, apenado, rascándose la cabeza, nervioso ante una petición que quería hacerle a la linda joven.


~ No sé, quizás podríamos, ya sabes… tu y yo…

~ Lo siento, mejor olvídalo.


El muchacho no pudo ocultar la decepción de oír esas palabras; en verdad lo habían rechazado.


~ No creas que es por ti… simplemente no funcionaría, somos… de mundos totalmente diferentes.

~ Si… tienes razón, aun así… me encantó conocerte y estar contigo.


Rukia en verdad agradecía esas palabras.
Un último beso y un adiós; no volverían a verse, eso era seguro.

Ichigo la miró cerrar la puerta tras de sí. En ese instante, el chico supo que tendría que cargar por siempre con ese sentimiento de vacío que ella le dejaba. . .

Conformándose tan solo con el recuerdo de haberla hecho suya y haberla amado. . . tan solo una vez.






. Fin .
     Siguiente. . .
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30-abril-09
30-abril-09

Me resulto un tanto difícil imaginar a Rukia en este ambiente, pero tenía muchas ganas de poner a estos dos en una situación como la de este cap.

Por cierto, este cap está basado en mi fic “erotic dance” de Shaman King.


priss_pk@hotmail.com