___________________________Without you


De: Priss

Capítulo IV: `Because we are lovers.´
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Llovía a cantaros, era obvio, por las nubes negras, que ese clima seguiría hasta la madrugada. Sin embargo, él estaba muy ocupado, y feliz, como para deprimirse por la lluvia.

No podía negar que le encantaba tomarse su tiempo para recorrerle la blanca piel y degustar sus encantos, pero también es cierto que él no era un hombre muy paciente.
Así que cuando no pudo soportar más la excitación y el deseo, el pelinaranja penetró casi brutalmente a su compañera, transportándola al mismísimo paraíso.

La pelinegra no pudo ni quiso reprimir los gemidos que le provocaba el excitante cuerpo de su amante.
Estando con él, al cerrar la puerta, se olvidaba de todo, de su apellido, la sociedad, las apariencias. . . de su esposo.

Ichigo siguió moviéndose dentro y fuera de ella hasta que el roce de sus sexos fue insoportablemente delicioso. La mujer gritó el nombre del Kurosaki en medio de un mar de potentes sensaciones; su intimidad pulsando con fuerza, exprimiendo la virilidad del chico, quien, entre roncos gemidos, se vació dentro de ella.

Aun a pesar de haber terminado no se separaron. Suspiros, besos y caricias llenaron la oscuridad de la habitación.


~ Fue lindo.

Dijo la joven en un murmullo; sus mejillas teñidas en carmín, su cabello alborotado y sus ojos violetas brillando con intensidad. . . con amor.


~ No… ¡fue hermoso!.
-Respondió.-
~ Rukia, yo…

~ Debo irme!.


Sin más, la Kuchiki abandonó la cama, dejando bastante sorprendido y frustrado a su compañero.
Lo que vino después ella ya lo esperaba.


~ Maldición, Rukia!!, ¿por qué siempre tienes que ser así?.

Ichigo estalló en gritos. Furioso, frustrado, decepcionado en verdad con esa situación.


~ Cuando nos conocimos yo ya estaba casada y tú lo aceptaste.

La voz de la mujer sonó tranquila, al tiempo en que se vestía sin la más mínima prisa.


~ Y estuvo bien al principio, cuando solo era por diversión, pero ahora yo te…

~ ¡No lo digas!.


Fue hasta entonces que la voz de la pelinegra sonó fuerte, olvidándose de la calma.


~ Rukia, yo te amo.

De cualquier forma él no se detuvo.
Sin importarle su desnudez, el pelinaranja se acercó a ella, mirándola de frente y fijamente.


~ Escápate conmigo!!, hoy mismo, ahora!.

La mujer se estremeció ante aquella petición.
Si, así era Ichigo, tan espontaneo, tal como el día que lo conoció, cuando hicieron el amor sabiendo nada más que sus nombres.

No habría ningún problema si no hubiese más personas de por medio. Como diversión, una vez no hubiese sido tan malo, pero ellos continuaron con sus tórridos encuentros.
Rukia finalmente comprendió que igualmente se había enamorado de ese hombre. Pero ella ya era casada.


“Ashido no se merece que le haga esto.”

No, por supuesto que no, ese hombre era tan bueno y tierno, la amaba y cuidaba de ella con infinita devoción. Lástima que a pesar de ser un matrimonio, la Kuchiki no sintiese lo mismo.


~ Él no se merece esto, no…

Ichigo torció la boca, molesto al saber que ella pensaba en su esposo.


~ Rukia, dime una cosa… ¿lo amas?.

~ Y-yo… yo lo quiero… mucho.

~ ¿Lo amas?.


El Kurosaki volvió a preguntar, ahora en un grito; su paciencia se acababa.
La pelinegra bajó la mirada. Era tan fácil decir la verdad y aceptar la propuesta del pelinaranja, pero. . . jamás viviría tranquila, no sabiendo que había destrozado el corazón y la vida de un buen hombre.

Así que la Kuchiki tomó la que, creyó, era la decisión correcta, aquella que al menos a ella. . . no la haría feliz.


~ Esta… fue la última vez.

Susurró. Una triste sonrisa adornándole el rostro.

Tomó su bolso ante un sorprendido Ichigo, quien todavía no creía que ella hubiese dicho esas palabras, tan solo la miró dirigirse a la puerta.
Rukia se giró ligeramente; lágrimas saladas deslizándose por sus mejillas.


~ No me sigas, no me busques… si lo haces, yo… jamás te perdonaré, Ichigo.

Dicho esto, la pelinegra abrió y cerró la puerta tras de sí, saliendo del apartamento y la vida del Kurosaki, cuyo corazón acababa de ser destrozado por la única mujer que le había dado sentido a su existir.


Una mueca de tristeza se dibujó en su rostro, aun así, su ceño seguía presente.
Apretó los puños con fuerza; la dejó ir, no fue capaz de persuadirla o detenerla, tan solo se quedó allí, mientras la mujer de su vida se iba con otro hombre.

Afuera seguía lloviendo. . . y adentro, en el corazón de Ichigo. . . mucho más.






. Fin .
     Siguiente. . .
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28-abril-09
28-abril-09

Aha, tenía ganas de hacer todavía más imposible su relación.
Y como me encanta Ashido, me gustó la idea de casarlo con Rukia, sip ^^’.

Por cierto, aunque seguro se dieron cuenta, la última frase de Rukia es la misma del cap donde ella regresa a la SS.


priss_pk@hotmail.com