_____________________________Por un futuro sin reglas


De: Priss

26-MAY-08
22-OCT-08

Capítulo XIII
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La idea era que esos dos fuesen una pareja de esas de “manita sudada”; verse, besarse y nada más. Byakuya se lo advirtió a su hermana y creyó habérselo dejado bien claro al imbécil pelinaranja.
Pero si viese en ese momento a la pareja o se llegase a enterar de esto, seguro pondría el grito en el cielo, mataría a golpes al pervertido del Kurosaki y por último recluiría a su hermana en un convento.


Lamentablemente para el Kuchiki, esos dos no planeaban hacérselo saber, ni mucho menos detenerse.
Prohibirles hacer el amor, ja!, si cómo no!!. Estaban desesperados, llevaban meses sin tocarse de esa manera y la verdad es que sus cuerpos ya se extrañaban.



En la habitación del muchacho, ella recostada sobre la cama y él sobre ella, ambos jóvenes parecían comerse a besos. ¿Respirar?, esos dos ya habían aprendido a besarse sin la necesidad de contener el aire, y todo por la incontrolable necesidad de no desperdiciar un solo instante.
Quien sabe cuando volverían a tener otra oportunidad como esta, con la casa del chico solo para ellos dos.


Las manos de Ichigo iban y venían por el pequeño cuerpo de la Kuchiki, colándose bajo la ropa, primero mimando los pequeños y firmes senos, luego alzando el sostén y prestando especial atención a los duros botoncitos que coronaban tan hermosas obras de la naturaleza.
Pellizcando suavemente de vez en cuando, después delineando la redondez de cada pecho.


Rukia abrió los ojos, encontrándose con la intensa mirada de su compañero. Fue entonces que sus labios se separaron.


~ Te quiero, Rukia…

~ I-Ichigo!!…


El corazón de la mujer latió con más fuerza aún.

Era muy raro que el pelinaranja le dedicara palabras como aquellas, más no tuvo tiempo para disfrutarlas, pues el Kurosaki planeaba que ella disfrutase de otra manera, por lo que en un par de segundos, su mano derecha viajó de sus senos al sexo de la chica, acariciando lentamente, primero sobre las bragas, luego adentrándose en estas y comenzando a delinear la pequeña abertura.


La Kuchiki gimió dulcemente, cerrando los ojos, disfrutando del tacto y del momento.


La chica dio un ligero respingo al sentir como uno de los dedos del pelinaranja se alojaba en la calidez de su intimidad. No hubo palabras, pero en cambio los gemidos comenzaron a llenar la habitación. Los jóvenes se miraron con fijeza, encontrando tantas emociones y sentimientos en los ojos del otro.

Los traviesos dedos del muchacho abandonaron el sexo de la joven. Y se besaron, suave, lento. Cuando sus labios se separaron, sus miradas se encontraron una vez más. Ichigo acariciaba tranquilamente los negros y suaves cabellos de la chica.

~ ¡Ichigo!.

Rukia se acercó un poco más al muchacho, frotando sutilmente su pequeño cuerpo contra el del chico.


Ichigo reaccionó entonces. La tranquilidad y la suavidad se fueron al demonio; sus ojos estaban bañados de pasión y deseo. Y surgió un nuevo beso que se vio interrumpido conforme los jóvenes se despojaban de sus ropas. Fueron rápidos; la abstinencia de los últimos meses no les ayudaba a controlarse.


El Kurosaki terminó luchando contra las bragas de su novia, destrozándolas.


~ Gomen!.
Susurró, respirando agitado pero mirándola casi embelesado, pues ella por fin yacía totalmente desnuda.
~ Te regalaré unas nuevas.


Rukia sonrió al escucharlo.


~ Quiero unas de chappy.


Él se contagió de su sonrisa y le dedicó una mirada al tiempo en que le acariciaba los cabellos.


~ ¡Te extrañe!.

~ Y yo a ti.


Se besaron. E Ichigo tomó su lugar entre las piernas de la Kuchiki; ambos gimieron al sentirse mutuamente.

Cálido, húmedo y tan, tan sensible. El pelinaranja presionó suavemente, penetrando poco a poco a su novia. La lentitud del acto les permitía ser plenamente conscientes del mismo y disfrutarlo al máximo.


Pronto, Rukia comenzó a gemir y jadear según la estimulaba su compañero. Moviéndose agitada bajo el fuerte cuerpo del muchacho, quien le sostenía las delgadas piernas, atento a la gratificante imagen de su virilidad perdiéndose en el interior de la chica.


~ Ahh… Ichigo!!…

~ Rukia!!…


El Kurosaki dejó caer todo su peso sobre la frágil figura de la Kuchiki; besándola con locura al tiempo en que se clavaba totalmente en ella.
Se abrazaron con fuerza, sin moverse, sintiéndose el uno al otro, sintiéndose completos. No querían separarse ni un centímetro, no lo soportaban, no lo toleraban.


Y sin embargo, los amantes no demoraron más en mantener el baile entre sus cuerpos; frotándose casi con desesperación, separándose por un par de instantes y unos cuantos centímetros, tan solo para encontrarse nuevamente con más fuerza y con más amor.


Pero la locura tenía que terminar. . .
Rukia echó la cabeza hacia atrás y arqueó la espalda, recibiendo el clímax y provocando el del muchacho, quien se derritió de gozo ante las palpitaciones intimas de la mujer, derramándose en ella. Lo que vino después solo podía calificarse como perfecto; silencio cómodo interrumpido solo por susurros de amor, acariciando sus cuerpos, y él aun dentro de ella.


Se suponía que no debían llegar tan lejos; si Byakuya se enteraba seguro los separaría. Entonces. . .


~ ¿Qué haríamos?.

~ Esta vez… escaparemos juntos.


Le dijo él, sonriendo suavemente.
Ella cerró los ojos, dejándose mimar por el chico, quien con delicadeza le acariciaba los cabellos.


~ Suena bien.

Ambos se dejaron vencer por el sueño, tranquilos y felices.


Acababan de planear su futuro, un futuro basado en romper las reglas una y otra vez, pero si esa era la única forma de estar juntos. . . no dudarían en seguir haciéndolo.
Todo sea por un futuro sin reglas, un futuro ideal para ellos dos. . . solo para ellos dos.






. Fin .
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Al leer de principio a fin este fic, me di cuenta que mi idea general cambió mucho conforme lo escribía T_T .

En el cap anterior dije que no quería narrar una situación donde ellos se escapen, y sin embargo en este final estoy dando a entender que esa es una posibilidad, bueno. . . es cuestión de romper las reglas.

¿Cierto?.


priss_pk@hotmail.com