_____________________________Por un futuro sin reglas


De: Priss

Capítulo XI
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Ya decía él que esto había sido demasiado bueno como para durar.

Al abrir la puerta y encontrarse cara a cara con su “querido” cuñado, Ichigo comprendió que su perfecta tranquilidad estaba a punto de acabarse.

Y apretó los dientes con fuerza, molesto porque por primera vez en su corta vida, había vivido unas semanas simplemente maravillosas, con Rukia a su lado en todo momento, en la escuela, en su casa, incluso dormían juntos, permiso no solicitado, pero cortesía de Isshin Kurosaki.


El pelinaranja estaba molesto porque presentía que su felicidad se iba, pero más que nada. . .


“Rukia se pondrá muy triste.”

Y fue ese pensamiento el que lo hizo enfurecer aun más y hablarte al Kuchiki de forma poco amable.


~ ¿Qué quieres?.

~ ¿Qué no es obvio?, vengo por mi hermana.


Ichigo torció sus cejas más de lo que ya estaban. Por su mente pasaron un sinfín de preguntas, las más importantes: ¿cómo dio con ellos?, y por supuesto. . .


~ ¿Por qué te empeñas en hacerla infeliz?. Estas arruinando su vida, ¿qué no lo ves?.

El pelinaranja sujetó al pelilargo por el cuello de la camisa. Sus palabras se tornaron gritos que llegaron sin problema al interior de la casa, alertando a la familia.
Y al Rukia ir a ver qué pasaba, se quedó helada.


~ Ni… Nii-sama!!.

La expresión de la chica estaba muy lejos de la alegría de ver a su hermano mayor. Más bien era terror. Podría darse una idea de lo que le esperaba; sería total prisionera de su propia familia en una jaula de oro.


~ Rukia, vámonos!.

Palabras tan tranquilas y sin embargo tan frías.
La Kuchiki tan solo bajó la cabeza, resignada a obedecer la orden de Byakuya, pero no pudo dar más de un paso, pues el Kurosaki se interpuso entre los hermanos, protegiendo a su chica.


~ Tu te quedas!!.

Una pequeña sonrisa cruzó el rostro de la joven.
La frase de Ichigo igual había sonado como una orden, y sin embargo, aquellas palabras bruscas la hicieron tan feliz. Él no la había abandonado en ningún momento.


La mujer estuvo tentada a abrazarse al muchacho y recargarse sobre el ancha y cálida espalda, pero dada la situación, se conformó con mirarlo fijamente, ahí frente suyo, protegiéndola de su propio hermano.


Byakuya torció la boca, la rebeldía e inmadurez de su hermana le estaba causando muchos problemas. No quería rebajarse al nivel del tipo que la enamoró, pero si no había otra opción, pues. . .


~ Hazte a un lado o atente a las consecuencias.

~ No me intimidas, estúpido ricachón.


Los ojos de ambos hombres brillaron por el genuino y mutuo odio.
El primero en reaccionar fue el pelinegro, cuyo puño se impactó en la cara del Kurosaki, estando a punto de caer y llevarse a Rukia consigo.

El pelinaranja estuvo a punto a devolver el favor, más la chica de ojos violáceos lo abrazó, cruzando sus pequeñas manos sobre su pecho; lo que ella menos quería era que los dos hombres que más quería peleasen por su culpa.


La Kuchiki estaba a punto de darse por vencida, cerró con fuerza los ojos, resistiendo este tormento. Lo que ella no esperaba fue que la familia de Ichigo interfiriese a favor de ellos.


~ No creo que esa sea la mejor forma de resolver sus diferencias. ¿Qué les parece si entramos y hablamos durante la cena?.

Fueron las tranquilas palabras de Isshin Kurosaki.


Ichigo estuvo a punto de gritarle la pura verdad a su padre: que estaba loco!. Igual no creyó que sus hermanas se acercasen al hermano de Rukia para prácticamente arrastrarlo al interior de la casa. Tanto Ichigo como Rukia miraron atónitos la escena; Byakuya no pudo contradecir a las pequeñas, cuyas sonrisas parecieron desarmarlo, calmando su furia y apenándolo pro la misma.


La chica quiso decir algo, más estaba asustada, apenada y dolida, por lo que terminó abrazándose a sí misma, consciente de que le estaba causando muchos problemas a los Kurosaki.
De pronto, el pelinaranja se posó de tras de ella, abrazándola con suavidad y recargando la barbilla sobre la cabeza de la chica.


~ Daijoubou.

Fue todo lo que el chico pudo decir, y es que no quería arruinar el momento. Después de todo, seguro que las cosas iban a ponerse feas.

Nadie los culparía por quedarse allí, en la entrada, disfrutando del que simplemente sería su último momento juntos.






. Continuará .
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Siempre he creído que Byakuya, a pesar de ser estricto y hasta injusto, quiere mucho a Rukia, al grado de los celos de hermano.

¿No es esa la razón por la que no quiere nada/nadita al Kurosaki?.


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