_____________________________Por un futuro sin reglas

De: Priss

Capítulo VIII
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Ichigo torció la boca. De un tiempo a la fecha, Rukia estaba muy rara; lo evitaba con insistencia, ni siquiera lo miraba y de la linda sonrisa que siempre tenía parea él, ya solo le quedaba el recuerdo.
El muchacho extrañaba los besos, las caricias, hacerle el amor. . . TODO!!.


“Porque desde hace un par de semanas no he podido siquiera tocarle un cabello.”

Pensaba el pelinaranja, comenzando a desesperarse con el silencio de la chica.
El Kurosaki cerró los ojos y se llevó las manos detrás de la cabeza.


~ Tsk. ¿No vas a decir nada?, porque no tenemos todo el día, el descanso terminará y…

~ Terminamos!!.


Ichigo abrió los ojos, sorprendido. Había escuchado mal, ¿verdad?.


~ ¡¿Qué?!.

~ Lo que oíste, esto se acabó.


Dicho esto, la Kuchiki pretendía darse a la fuga, lejos del Kurosaki y su incrédula expresión, más este la sujetó del brazo, obligándola, con brusquedad, a mirarle a los ojos.


~ ¿Por qué?.

~ Suéltame.

~ No hasta que me digas que está pasando.


Rukia no respondió, en cambio bajó la mirada y se mordió el labio; el muchacho la estaba lastimando. Ichigo lo notó y la soltó rápidamente, asustado por el alcance de su furia y su frustración.


~ Gomen!.

El silencio los envolvió por un buen rato. ¿Por qué las cosas tenían que ser así?, ¿por qué era tan difícil hablar y?. . .


~ Y-yo… no vendré más a la escuela.

Le dijo ella.
El Kurosaki se quedó sin habla, notablemente sorprendido, no preguntó porque, pero su expresión fue más que suficiente para que la chica le diese explicaciones.


~ Mi hermano se enteró que estoy saliendo con alguien…

La mujer bajó la mirada, ella bien sabía lo estricto que es Byakuya.
Se lo había dicho muchas veces: él jamás permitiría que su hermana, viniendo de una familia noble, tuviese amoríos con un pobre diablo.


~ Mañana ya no estaré aquí.

~ No, no…


El pelinaranja se apresuró a abrazar a la joven; le aterraba la sola idea de ya no tenerla a su lado durante las aburridas clases, comer juntos en los descansos y pasar todo el fin de semana en su casa, sin siquiera haber sido invitada.


~ Fue mi culpa, nunca debí…

El chico posó sus labios sobre los de la chica, silenciándola con dulzura. Él no quería escuchar sus palabras de arrepentimiento, no lo soportaba. Ichigo ya tenía que lidiar con la idea de que lo separasen de Rukia, como para todavía escucharla decir que si no hubiese habido algo entre ellos, ella seguiría siendo libre.


Porque ese era el problema, ¿verdad?. La joven no quería ni pensar que volvería a un colegio exclusivo, donde su vida sería de lo más aburrida, sin mencionar difícil. Estaría prisionera de un ambiente que no sentía suyo, y al rechazo de los demás al sentirse intimidados por su apellido.


~ Hablaré con tu hermano.

~ No!!.


La Kuchiki lo miró asustada.
¿Estaba loco?; su hermano jamás cambiaría de parecer, mucho menos si alguien ajeno a la familia metía las narices en este asunto. . . eso solo empeoraría las cosas.


~ Pero él tiene que entender que tu y yo…

El pelinaranja no pudo continuar, pues fue el turno de la chica para acallarlo con su boca, mientras le acariciaba le rostro con sus suaves y pequeñas manos.

Rompieron el beso y se miraron fijamente. ¿Entender?. Para Byakuya no había nada más que reglas y tradición. Y una Kuchiki JAMÁS podría relacionarse con un hombre común y corriente.


~ Los sentimientos no importan.

~ Y a mí no me importa lo que él diga o piense. Yo quiero saber qué es lo que TÚ quieres..


La mujer sonrió con tristeza, pero igual agradecida de algún modo por la preocupación de este hombre hacia ella.
Abrazados, guardaron silencio, acariciándose, compartiendo fugaces besos, pero sobre todo, mirándose con fijeza.


~ Te acompañaré a casa al salir.

Ella entrecerró los ojos. Sinceramente prefería regresar sola. No quería una despedida.
Pero Rukia bien sabía que el Kurosaki no aceptaría un “no” por respuesta.






. Continuará .
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Tenía que separarlos, no todo podía ser besos, abrazos y apapachos.

Aunque. . . creo que aquí Ichigo se salió de su “yo” normal, ¿no?. Fue. . . demasiado expresivo como para ser él ¬¬´ .


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